El Viajero

En el principio, cuando el universo era solo un susurro de luz y sombra, junto a él fui creado. Mi energía se entrelazó con las primeras estrellas, y mi destino fue sellado: ser el guardián del conocimiento del cosmos. Durante eones, he viajado por galaxias, observando el nacimiento y la muerte de soles, el florecer de civilizaciones y el silencio de mundos olvidados. Pero hay dos lugares que siempre han llamado mi atención en esta vida humana: Ítaca, el símbolo del viaje eterno, y Kanopus, la estrella que brilla con la sabiduría de los antiguos.

Desde el inicio de esta humanidad, conviví en mi forma de energía junto a Polares, Hiperbóreos, Lémures, Atlantes y luego en la quinta humanidad decidí tomar forma humana y caminar entre los habitantes de la Tierra. Elegí un ser humano complejo y curioso, me llamé Tarik de Kanopus, un nombre que resonaba con las estrellas y los mitos de las primeras humanidades.