A bordo del OPV-83 Marinero Fuentealba, de la Armada de Chile, un grupo de investigadores apoyados por el Instituto Antártico Chileno (INACH) espera cruzar el círculo polar antártico, en las proximidades de la base Carvajal, en la gigantesca bahía Margarita.
Serán cuatro proyectos científicos, principalmente relacionados con actividades de buceo para estudiar diferentes organismos del océano Austral, como peces, con el propósito de estudiar sus posibles parásitos digestivos (proyecto del Centro de Estudios del Cuaternario, Cequa), o la búsqueda de macroalgas rojas y pardas para evaluar cómo se adaptan a los ambientes glaciares en acelerado cambio, así como algas calcáreas y filamentosas para comprender su evolución (proyecto de la Universidad de Magallanes, UMAG).
El investigador alemán Martin Thiel generó un proyecto de ciencia ciudadana que demostró que en nuestro país se genera hasta cinco veces más residuos en el borde costero que en Alemania.
Desde hace más de 20 años que el profesor de biología marina de la U.
Católica del Norte vive en Chile, pero no fue sino hasta después del
correo electrónico que recibió de una ex compañera de su universidad (de
Kiel), Katrin Knickmeier, que comenzó su estudio sobre este tema.
Knickmeier comentó a su antiguo compañero que había leído sobre los
científicos de la basura, que trata de una iniciativa ciudadana de
Martin Thiel que invita a escolares a investigar sobre los desechos
costeros y cómo cuidar el medioambiente. Quiso replicar eso en su
contexto, para comparar la contaminación en ambos países.
El movimiento telúrico habría superado los 9 grados Richter, las olas arrastraron rocas de hasta 40 toneladas a unos 300 metros hacia el interior.
Un grupo de investigadores de las universidades de Atacama y de Huelva, España, descubrieron registros de un megaterremoto ocurrido en el norte de Chile el 1 de septiembre de 1420.
El movimiento telúrico, que habría superado los 9 grados Richter,
produjo un tsunami que movió a unos 300 metros hacia el interior
bloques de hasta 40 toneladas en el acantilado de Caldera y originó
nueve recogidas del mar en Japón.
Para explicar este hallazgo, los investigadores revisaron el
registro histórico de los terremotos en Chile, pero ninguno coincidía
con la fecha, hasta que encontraron crónicas en Japón que evidenciaban el maremoto de septiembre de 1420.
Un equipo liderado por Belén Camarada está mejorando el aditivo que usan los cohetes. En base a nanotecnología, quieren que las naves cubran más distancia y a mayor impulso, sin necesidad de más combustible.
Parece algo simple e irrelevante, pero
mejorar una pequeña fracción del combustible que usan los cohetes de
propulsión que viajan al espacio, podría hacer la diferencia de varias
semanas en un viaje que se adentrará en más de 57 millones de kilómetros
hacia otro planeta.
Eso es en lo que trabaja un grupo
de chilenos del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad
Mayor, quienes, financiados por el Ejército de Estados Unidos, trabajan
en el aditivo del combustible que deberían usar las nuevas naves y
cohetes que surcan el espacio.
Devastadoras imágenes con la que se han levantado los vecinos de Bahía Inglesa, en Chile. Miles se sepias han aparecido muertas, apiladas en la orilla, a lo largo de toda la costa. Las autoridades investigan qué ha podido ocurrir
El ecosistema chileno de biotecnología se encuentra en una etapa muy temprana. Sólo en los últimos años, las universidades han comenzado a enfocarse más en sus capacidades de transferencia tecnológica, lo que lleva a un aumento lento, pero visible, de proyectos de biotecnología con potencial de traducirse en valores e impactos reales para la economía. Aun así, tenemos dos grandes brechas: el control de calidad en los procesos científicos; y la necesidad de potenciar un vínculo con la industria para enfocarse en las tendencias y necesidades actuales de los mercados.
Adicionalmente, si invertir en startups es de alto riesgo, la biotecnología lo es más aun. Sólo un número limitado de personas y organizaciones tiene el conocimiento y la capacidad para juzgar la viabilidad de un proyecto y llevar a cabo un proceso de due diligence eficiente. Sumemos a esto que los inversionistas locales están más orientados a la inversión de corto plazo (3-5 años), mientras que los emprendimientos de biotecnología requieren de más tiempo para alcanzar la etapa de ingresos o el tan ansiado Exit.
Cerro La Silla (Chile) – A lo largo de los últimos 50 años, el observatorio de La Silla, situado en el norte de Chile, ha recorrido los confines del universo para revelar detalles tanto del cosmos como de la humanidad, un viaje hacia el pasado que ha expandido la visión y compresión de la realidad.
Los astrónomos siempre dicen que mirar el cielo es viajar al pasado, ver con un desfase de multitud de años la luz que les llegó a las estrellas, y en este enclave situado a 2.400 metros por encima del nivel mar, en la norteña región de Coquimbo, investigadores de más de quince nacionalidades exploran el cielo a través de una de las “ventanas” más lúcidas del planeta.
Tanto es así que Chile prevé reunir en los próximos años el 70 % de la capacidad astronómica óptica e infrarroja mundial, gracias a la construcción de tres telescopios de última generación en el norte del país, entre ellos uno de 39 metros de diámetro que se llevará el galardón de ser el más grande del mundo.
La Dra. en Ecofisiología Vegetal Angélica Casanova lleva diez años
estudiando la vegetación en el Continente Blanco, y confirma el avance
que ha tenido el Inach en cuanto a sus instalaciones. Sin embargo,
agregó que “se está incorporando la ciencia antártica, pero todavía
estamos con pocos recursos para hacer que esto se consolide a largo
plazo”.
Cuando
se habla de la Antártica inmediatamente pensamos en icebergs, glaciares
y temperaturas por debajo de los 0°C sin ver más allá de toda la
naturaleza que rodea al Continente Blanco.
Pingüinos,
ballenas, aves y flora nativa son algunas de las diversidades que
ofrece el territorio antártico, que para muchos es desconocido, pero
donde cada día trabajan más de 300 científicos de diferentes países, en
busca del desarrollo de la ciencia para Chile y el mundo.
Debido al cambio climático, son muchas las especies que podrían dejar de existir. Sin embargo, otras podrían sobrevivir al inminente cambio que se avecina, y que parece no tener freno.
La Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI) son herramientas clave para alcanzar un desarrollo sustentable e inclusivo. En ese sentido, la producción de conocimiento local es fundamental para llegar a las respuestas de los problemas que Chile enfrenta en el presente y en el futuro.
La CTI es fundamental para abordar desafíos como la diversificación de nuestra matriz productiva y energética, la automatización y su impacto en el empleo y el trabajo, el envejecimiento de la población, los desastres naturales así como el cambio climático y sus consecuencias. Todo ello requiere de un abordaje desde múltiples perspectivas, donde las ciencias exactas deben cooperar con las ciencias sociales, y donde las humanidades y las artes aportan para una comprensión de nosotros mismos en este incesante proceso de cambio y desarrollo.
El experto detalló que la captura con cerco no es efectiva para la pesca del molusco, junto con advertir que un aspecto notable de la biología de este recurso es su alta variabilidad de las biomasas poblacionales.
Acotó el Dr. Eduardo Tarifeño Silva, Biólogo Marino, Ph.D. y ex Miembro Titular del Consejo Nacional de Pesca, los métodos artesanales e industriales de pesca tienen ventajas y desventajas. “Desde el punto de vista de la sustentabilidad de la pesquería, la línea de mano, es altamente selectiva y con bajo impacto en la mortalidad por pesca del recurso; pero requiere un alto esfuerzo físico del pescador y, por lo tanto, es de baja productividad . Por su parte, la pesca industrial mediante redes de arrastre de media agua, no sobre el fondo marino, dado que las jibias no son recursos bentónicos, es muy productiva, dado que se puede pescar toneladas de jibias en pocas horas de arrastre, pero este arte tiene una baja selectividad, dado que la red puede captar también otros recursos pesqueros demersales y, por lo tanto, tiene un fuerte impacto en la mortalidad por pesca de este recurso. Pero, desde el punto de la productividad, la pesca de arrastre es mucho más efectiva y permite enfrentar la alta demanda internacional por este recurso”, advirtió el también Socio Fundador de la Sociedad Chilena de Ciencias del Mar y profesor del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la UdeC.