Abre convocatoria al primer fondo concursable del Centro de Comunicación de las Ciencias, dirigido a investigadoras e investigadores de la Universidad Autónoma de Chile que busquen llevar más allá sus investigaciones, conectando y comunicando con el entorno.
Son dos fondos paralelos: «+Comunica2», instrumento que busca apoyar la creación y desarrollo de productos de divulgación de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) en diversos formatos tales como: editoriales, audiovisuales, animaciones, juegos, videojuegos, aplicaciones, obras escénicas, experiencias memorables para la sociedad, entre otros.. Se entregará apoyo financiero a investigadoras e investigadores de la Universidad Autónoma de Chile que participen en grupos de investigación dentro de la institución.
El segundo fondo se titula “+Conecta2″, concurso para apoyar y promover el desarrollo de proyectos de Ciencia Ciudadana en la Universidad Autónoma de Chile, para que los académicos de la universidad sean parte de investigaciones científicas en colaboración con diversos actores de la sociedad, tales como: juntas de vecinos, organizaciones comunitarias, agrupaciones de pueblos originarios, comunidades escolares, entre otras, quienes pueden ser grupos participantes, colaboradores y/o co ejecutores de los proyectos de investigación.
El comité evaluador tendrá en especial consideración a aquellos proyectos que sigan los principios institucionales de equidad de género, sustentabilidad y descentralización de la ciencia.
Se premiarán a las 6 mejores iniciativas de cada categoría, para entregarles un máximo de CLP $2.000.000. El vicerrector de Investigación y Doctorados, Dr. Iván Suazo, invitó a todos los interesados a ser parte de esta convocatoria. «Queremos conocer, apoyar y trabajar en aquellas propuestas que nos permitan vincularnos de manera más estrecha con la sociedad, de forma de aportar al desarrollo del país».
En esa línea, la coordinadora científica del Centro, Dra. Pamela Rojas, destacó que para el equipo lo más importante es el trabajo colaborativo, interdisciplinario y bidireccional. «De esta manera estamos contribuyendo a la apropiación social de la ciencia, porque es parte de nuestro rol como institución de educación».
¿Cuándo postular?
Desde el lunes 12 de junio hasta el 31 de julio
¿Quiénes pueden postular?
Los proyectos debe ser presentado por un/a investigador/a responsable (IR) con vínculo contractual con la Universidad Autónoma de Chile, quien ocupará el cargo de director/a del proyecto y será responsable de la ejecución técnica y financiera.
El trabajo fue destacado en la última edición de la revista Physical Review Letters. El logro tuvo el apoyo metodológico de herramientas de Inteligencia Artificial.
El resultado es producto de la comunión intelectual de científicos chilenos y franceses y podría apoyar el desarrollo de aplicaciones hacia múltiples disciplinas.
“Tenemos elementos valiosos que nos hacen pensar que esta investigación cimenta el camino para predecir eventos extremos como sequías, terremotos, crisis económicas y sociales”, afirma Marcel Clerc, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Chile.
Tres años
La investigación, que tomó casi tres años, utilizó métodos de inteligencia artificial para predecir eventos catastróficos en modelos matemáticos.
“Mostramos que es posible pronosticar ocurrencias de eventos extremos poco probables como gigantescas y catastróficas pulsaciones utilizando redes neuronales”, explicó.
“Al seleccionar regiones de máxima transferencia de información (entropía), mostramos que es posible obtener una mayor precisión de pronóstico utilizando datos no locales frente a datos locales, lo que permite mayores tiempos de advertencia. Es decir, podemos adelantarnos a resultados que antes no habríamos sido capaces de vislumbrar”, añade el también doctor en Física de la Universidad de Nice Sophia Antipolis (Francia).
El camino de la investigación
Los datos experimentales se realizaron en Francia (Centro de Nanociencia y Nanotecnología de la Université Paris-Saclay). Por medio de analizar la dinámica de la luz emitida por cavidades semi conductoras excitadas ópticamente. Para el análisis de los datos se usaron computadores personales y se verificaron los resultados en computadoras paralelas de la Universidad de Lille.
Ahora el equipo planea aplicar estos métodos a otros sistemas físicos y otros contextos.
“Aunque no tenemos pensado usarlo en ciencias sociales, es posible predecir comportamientos colectivos como las crisis económicas”, menciona Clerc, quien es también investigador del Instituto Milenio de Óptica MIRO.
En el paper también participaron V. A. Pammi y S. Barbay, ambos de la Universidad Paris-Saclay (CNRS, Centre de Nanosciences et de Nanotechnologies) y S. Coulibaly de la Universidad de Lille (Francia).
Los resultados fueron publicados en el artículo “Extreme Events Prediction from Nonlocal Partial Information in a Spatiotemporally Chaotic Microcavity Laser” (“Predicción de sucesos extremos a partir de información parcial no local en un láser de microcavidad espaciotemporalmente caótico”), que apareció en la revista Physical Review Letters.
“Construir una carretera a través de este ecosistema vulnerable aumentaría el riesgo de invasión por especies invasoras, facilitaría la tala ilegal y aumentaría enormemente la probabilidad de incendios forestales extensos en el parque. Más del 90% de los incendios forestales ocurren dentro de 1 km desde las carreteras en Chile”, indica la denuncia.
Durante la Conferencia de Biodiversidad de las Naciones Unidas (COP15) en diciembre de 2022, casi 200 países, incluido Chile, acordaron detener la pérdida de biodiversidad para 2030 y tomar medidas urgentes para detener la extinción de especies en peligro de extinción. A pesar de este compromiso, el gobierno de Chile impulsa la construcción de una carretera que atraviese el Parque Nacional Alerce Costero. Y área de importancia mundial para la conservación de la biodiversidad y hogar de la conífera fitzroya cupressoides en peligro de extinción. A lo largo del mundo, las carreteras amenazan la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas. Antes de impulsar este proyecto, Chile debe considerar la probabilidad de que la carretera indetermine el progreso del país hacia los compromisos ambientales internacionales.
Fitzroya, que crece exclusivamente en Chile y Argentina, es una de las especies de árboles más longevas de la Tierra. Los bosques de fitzroya se encuentran entre los bosques que secuestran la mayor cantidad de carbono en todo el mundo y brindan servicios ecosistémicos críticos y una gran cantidad de información histórica y ambiental. Las poblaciones de fitzroya enfrentan un alto riesgo de extinción después de siglos de sobreexplotación y quema y, más recientemente, como resultado del cambio climático.
Durante la Conferencia de Biodiversidad de las Naciones Unidas (COP15) en diciembre de 2022, casi 200 países, incluido Chile, acordaron detener la pérdida de biodiversidad para 2030 y tomar medidas urgentes para detener la extinción de especies en peligro de extinción. A pesar de este compromiso, el gobierno de Chile impulsa la construcción de una carretera que atraviese el Parque Nacional Alerce Costero. Y área de importancia mundial para la conservación de la biodiversidad y hogar de la conífera fitzroya cupressoides en peligro de extinción. A lo largo del mundo, las carreteras amenazan la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas. Antes de impulsar este proyecto, Chile debe considerar la probabilidad de que la carretera indetermine el progreso del país hacia los compromisos ambientales internacionales.
Fitzroya, que crece exclusivamente en Chile y Argentina, es una de las especies de árboles más longevas de la Tierra. Los bosques de fitzroya se encuentran entre los bosques que secuestran la mayor cantidad de carbono en todo el mundo y brindan servicios ecosistémicos críticos y una gran cantidad de información histórica y ambiental. Las poblaciones de fitzroya enfrentan un alto riesgo de extinción después de siglos de sobreexplotación y quema y, más recientemente, como resultado del cambio climático.
El Parque Nacional Alerce Costero es la única área que protege una población fitzroya genéticamente única y los últimos remanentes de bosques templados valdivianos ricos en especies de la Cordillera de la Costa. La construcción de una carretera a través de este ecosistema vulnerable aumentaría el riesgo de invasión de especies exóticas, facilitaría la tala ilegal y aumentaría en gran medida la probabilidad de incendios forestales extensos en el parque. Más del 90% de los incendios forestales ocurren dentro de 1 km de las carreteras en Chile.
La carretera propuesta por Chile ignora por completo el acuerdo de la COP15. El gobierno debe honrar sus derechos y priorizar la protección de las especies más amenazadas del país. La crisis mundial de la biodiversidad y el alto riesgo sin precedentes de extinción de especies requieren una respuesta oportuna y concreta para lograr el objetivo de reducir los riesgos de extinción y proteger el 30 % del planeta.
Con la asistencia de representantes del Ejecutivo, Legislativo y mundo académico, el proyecto Vincula realizó su presentación oficial el pasado 26 de mayo en la Casa Central de la Universidad Católica, con el objetivo de fortalecer la tarea legislativa mediante el trabajo colaborativo, inteligencia de datos y el mejor acceso a la evidencia científica.
La plataforma, cuya idea nació en la UC y fue posible de implementar gracias a la alianza estratégica con la UDEC –ambas instituciones comparten la dirección del proyecto- y a la red de universidades que la componen, facilita el encuentro entre académicos y parlamentarios, mediante un sistema que opera con inteligencia de datos, para que los primeros colaboren en la generación de nuevas leyes, brindando conocimiento y evidencia científica. Todo aquello para contribuir a la calidad y legitimidad de la tarea legislativa y desarrollo del país.
Francisca Reyes, directora de Vincula, académica del Instituto para el Desarrollo Sustentable UC e investigadora de CAPES y del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), abordó el factor democratizador que tiene esta plataforma. “Los estudios que nosotros hemos hecho gracias al SECOS nos muestran que muy pocos académicos van al Congreso, y que además la diversidad de la ciencia está subrepresentada territorialmente y en términos de género”.
“Los estudios que nosotros hemos hecho gracias al SECOS nos muestran que muy pocos académicos van al Congreso, y que además la diversidad de la ciencia está subrepresentada territorialmente y en términos de género” – Francisca Reyes, directora de Vincula y académica UC
“Este es un primer paso para reconocer la importancia de la ciencia, pero también entender que los académicos e investigadores deben aportar a los cambios que se necesitan en la sociedad y en las políticas públicas (…) Esperamos que dinámicamente se vayan incorporando más universidades y actores”, destacó en el lanzamiento Andrea Rodríguez, co-directora de Vincula cuya plataforma ya cuenta con más de 400 académicos registrados.
“Este es un primer paso para reconocer la importancia de la ciencia, pero también entender que los académicos e investigadores deben aportar a los cambios que se necesitan en la sociedad y en las políticas públicas» – Andrea Rodríguez, co-directora de Vincula
Desde el año 2020 que Vincula ha trabajado conjuntamente con el Senado, la Cámara de Diputadas y Diputados, y la Biblioteca del Congreso Nacional como socios del proyecto, y –posterior al lanzamiento- como actuales usuarios de la plataforma.
Tras la ceremonia, Guido Williams, jefe de Asesoría Técnica Parlamentaria de la Biblioteca del Congreso Nacional, recibió alegremente el estreno de la plataforma, resaltando el valor que tendrá en enriquecer el debate público. “Para los parlamentarios y los asesores, Vincula va a ser un tremendo aporte. La posibilidad de conversar con quienes son reconocidos expertos en temas específicos les va a ayudar a construir mejores leyes, para mejorar la calidad del debate legislativo y comisiones, y, por tanto, a la sociedad en general”, destacó.
“Para los parlamentarios y los asesores, Vincula va a ser un tremendo aporte. La posibilidad de conversar con quienes son reconocidos expertos en temas específicos les va a ayudar a construir mejores leyes» – Guido Williams, jefe de Asesoría Técnica Parlamentaria de la Biblioteca del Congreso Nacional
Por su parte, la diputada Helia Molina, celebró la existencia de esta iniciativa comprometiendo su apoyo dentro de la comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara, para presentar Vincula y fortalecer el vínculo entre universidades y el Congreso.
Descentralización y perspectiva de género
Lo que hace la plataforma en ese contexto es propiciar que una diversidad de disciplinas, académicas y universidades de todas las regiones de Chile puedan estar disponibles para ampliar el acceso y diversidad en esas fuentes de conocimiento.
En conjunto, el lanzamiento contó con la presencia de vicerrectores, prorrectores y directores de investigación de las diversas universidades que componen el proyecto, destacando la importancia de movilizar el conocimiento que se produce en las universidades, para maximizar su impacto en la sociedad.
“El Proyecto Vincula es fundamental para avanzar en políticas públicas basadas en evidencia. Abordar los desafíos del desarrollo sostenible requiere esfuerzos colaborativos y este proyecto es un símbolo de este tipo de esfuerzos”, analiza Anahí Urquiza, directora de Innovación de la Universidad de Chile y miembro de Vincula.
“Para la Universidad de La Frontera es muy relevante ser parte de este proyecto porque permite visibilizar capacidades institucionales que pueden aportar en la toma de decisiones para la generación de políticas públicas y procesos legislativos”, valoró Rodrigo Navia, vicerrector de Investigación y Posgrado de dicha casa de estudios.
Por su parte, Ximena Besoain, vicerrectora de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, resaltó la importancia del proyecto en “influir en la política pública, especialmente asociado a apoyar la labor legislativa de las y los diputados y senadores”.
Algo en lo que coincide su par de la Universidad de los Andes, Javier Enrione, quien destaca que “este tipo de instancias permite cumplir con una de las misiones centrales de las universidades, siendo esta el de transferir conocimiento de valor para la sociedad”.
El prorrector de la UC, Guillermo Marshall, destacó que “se trata de una herramienta que le permitirá a las univeridades contribuir al bien común. La confianza será muy importante para generar colaboración entre la academia y la política”.
“Vincula es una herramienta que le permitirá a las univeridades contribuir al bien común. La confianza será muy importante para generar colaboración entre la academia y la política” – Guillermo Marshall, prorrector UC
Vincula es una iniciativa pionera y única en América Latina, pero hay otras entidades con las que colabora y recoge buenas prácticas a nivel internacional, como Research Impact Canada, Universities Policy Engagement Network (Reino Unido), Advancing Research Impact in Society (Estados Unidos) y Africa Research and Impact Network. Estas cinco iniciativas forman parte del Research Impact Network, siendo Vincula la única representante a nivel latinoamericano.
En el lanzamiento, David Phipps, director de redes en Research Impact Canada, relató la experiencia de que han tenido desde el 2006 en esta organización que reúne a 27 instituciones canadienses y que tienen como objetivo maximizar el impacto de las investigaciones académicas para aportar al bien común. Además, expuso sobre la situación de países como el Reino Unido, en donde se evalúa el financiamiento de las investigaciones, según el impacto social, económico, cultural o intelectual que tiene, además de otros factores.
“Lo que generalmente sucede en la academia, es que la investigación se hace ahí, pero los efectos de lo que se investiga, se viven fuera de la academia; en la sociedad, en el medioambiente, en la economía. A través de plataformas como estas queremos conectar las dos partes, para que ocurra una movilización del conocimiento (…) Necesitamos coproducir conocimiento entre la academia, los gobiernos, municipalidades, las industrias y la sociedad, para poder abordar las distintas necesidades y desafíos”, explicó Phipps.
“Lo que generalmente sucede en la academia, es que la investigación se hace ahí, pero los efectos de lo que se investiga, se viven fuera de la academia» – David Phipps, director de redes en Research Impact Canada
Tras la exposición de Phipps se realizó un panel de conversación, moderado por Francisca Reyes, directora de Vincula. “Es muy importante para las universidades y nuestros académicos que comprendan cómo funciona el proceso legislativo y sus tiempos. De lo contrario podrían llegar demasiado temprano o tarde”, puntualizó el vicerrector de Investigación UC, Pedro Bouchon.
“Es muy importante para las universidades y nuestros académicos que comprendan cómo funciona el proceso legislativo y sus tiempos. De lo contrario podrían llegar demasiado temprano o tarde” – Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación UC
En ese sentido, la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, enfatizó que el lenguaje y los tiempos de las universidades y la política muchas veces difieren. “Debemos evaluar cuál es el tipo de conocimiento científico que será requerido para el diseño de políticas públicas”, sostuvo la ministra.
“Las ciencias deben estar conectadas a las personas y a las instituciones. A veces las universidades son muy endogámicas”, dijo la diputada Helia Molina, quien se ha desempeñado como académica en diversas universidades, como la UC y la Universidad de Santiago.
Durante cuatro días y con la presencia de más de 100 participantes, se llevaron a cabo ocho conversatorios, con el fin de avanzar en la elaboración del Diseño de la Estrategia de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), iniciativa que busca ser una hoja de ruta para la inversión pública y la toma de decisiones, en esta materia.
Las actividades contemplaron la realización de talleres con representantes de diferentes comunas y sectores productivos como educación, economía creativa, alimentos con valor agregado, turismo, empresas de base científica tecnológica, economía circular, ciudad inteligente y desafíos territoriales.
Las actividades fueron guiadas por el académico e investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona, experto internacional en temáticas relacionadas al Diseño de Estrategias CTCI, Dr. Ricard Esparza.
La gerenta de la corporación, Silvia Soto, precisó que contar con una estrategia CTCI resulta clave, ya que no sólo nos permite promover acciones y orientar recursos para fortalecer capacidades científicas y tecnológicas, sino que contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas.
“Aquí es donde el aporte desde distintos actores de la región es fundamental pues ellos conocen las necesidades, recursos y potencialidades de sus territorios. Estos conversatorios permiten que los actores locales aporten su experiencia en procesos de diagnóstico, formulación, implementación y evaluación de la estrategia y una adecuada pertinencia y legitimidad de las acciones que vamos obteniendo en la elaboración de la estrategia, y desde allí potenciar el trabajo colaborativo entre diversos sectores”, explicó.
Temas
Entre los temas abordados en los talleres, destacaron las barreras que enfrentan los sectores a la hora de innovar, así como los proyectos individuales y asociativos que se consideran fundamentales para los desafíos de su sector en la región.
Asimismo, se abordaron alianzas de trabajo en conjunto, la importancia de crecer con base en la ciencia y generar instancias de colaboración intersectorial permanentes.
En ese contexto, el Dr. Ricard Esparza, señaló que todas las organizaciones, empresas e instituciones que participaron en las jornadas durante estos días comparten muchos retos comunes.
“Tienen un gran interés en aportar y muchas posibilidades de crecer, con iniciativas que vayan en esta dirección y que aporten a crear proyectos de forma independiente, así como con el apoyo de los municipios y del gobierno regional”, manifestó.
Esparza agregó que esta estrategia provee el marco perfecto para generar colaboración.
“Una vez que esta estrategia esté en marcha, va a sentar las bases para que se puedan desarrollar iniciativas y proyectos que se podrán trabajar de forma más concreta para alcanzar los desafíos que existen en la región”, indicó.
Encuentro
Los asistentes coincidieron en el valor de estos encuentros y en el aporte para el desarrollo regional. Valeska González, gestora de proyectos de investigación de la Universidad San Sebastián indicó que como universidad creen que es una estrategia muy relevante para la región.
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“Es muy interesante poder participar y esperamos que sea una iniciativa de largo plazo que impacte y ponga en alto la ciencia”, señaló.
Mónica Fernández, de Chucao Kayaks, señaló que le encantó la instancia.
“Nos conocimos varios organismos y distintos emprendedores. Ha sido una oportunidad para aprender y darnos cuenta de que estamos todos en la misma línea”, indicó.
Claudia Rodríguez, presidenta del directorio AVA Los Ríos comentó que fue una actividad muy gratificante.
“Desde las empresas de alimentos se están incorporando nuevas empresas como start ups con necesidades comunes”, dijo.
Los talleres permitieron obtener tres elementos claves: socialización de aspectos relacionados a la importancia de la articulación y definición de desafíos territoriales para el diseño de la estrategia de CTCI; levantar y complementar las principales barreras que están enfrentando cada uno de estos sectores a la hora de innovar y, en tercer lugar, fortalecer la articulación de diversos actores del territorio de cara a desafíos comunes.
Francisco Valencia, director ejecutivo del Diseño Estrategia CTCI Los Ríos y académico de la Facea, Universidad Austral de Chile (UACh), destacó que esta información servirá como complemento para el informe de diagnóstico, así como de insumo clave para el proceso de diseño de hoja de ruta y posterior establecimiento de modelos de evaluación y seguimiento.
Entrevistas
Valencia añadió también que se utilizará la información en la generación de nuevos talleres.
Hasta el momento se han identificado cuatro áreas claves de desafíos, como: fomento a la asociatividad, vinculación y transferencia; formación y capacitación; proyectos concretos de CTCI regionales priorizados y marca, sello y sub marcas Los Ríos.
Además de los talleres se han realizado más de 100 entrevistas y complementariamente se continuará con 18 talleres comunales, con el fin de visibilizar el trabajo que se está realizando y a la vez recoger las inquietudes de la comunidad ligada a este tema.
Estrategia
El proceso de diseño de la estrategia de CTCI, consta básicamente de tres etapas: levantamiento y actualización del diagnóstico de desafíos y capacidades territoriales vinculadas a CTCI; la segunda etapa corresponde al diseño de la hoja de ruta y sus respectivos lineamientos estratégicos y la tercera etapa a las propuestas y validación de modelos de gestión, evaluación y seguimiento.
El “Diseño de la Estrategia de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación CTCI Los Ríos”, es una iniciativa financiada por el Gobierno Regional y su Consejo Regional, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FICR), mandatada por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo y ejecutada por la Universidad Austral de Chile, por medio de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
“Esta ha sido una actividad enmarcada en el desarrollo de la difusión de la ciencia meteorológica, la cual se vive en la Región de Magallanes y Antártica Chilena en forma distinta, considerando las condiciones extremas y la importancia de las diferentes actividades marítimas que se desarrollan”, comentó Jefe del Centro Meteorológico Marítimo de Magallanes y Antártica Chilena, Teniente 1° Gonzalo Bertolotto.
El 22 de mayo, en el gimnasio del Liceo Polivalente “María Behety”, se realizó el acto de presentación del libro “Meteorología Marina”, texto editado por Fundación “Mar de Chile” y que contó con el auspicio de Blumar Seafoods.
La jornada de presentación contó de dos partes, comenzando con el desarrollo de dos conferencias para los alumnos de la especialidad de Acuicultura, quienes pudieron aprender sobre conceptos básicos de meteorología por parte del Jefe del Centro Meteorológico Marítimo de Magallanes y Antártica Chilena, Teniente 1° Gonzalo Bertolotto, quién explicó los fenómenos que se desarrollan en la atmósfera e instrumentos que se utilizan en el registro de datos para la elaboración de pronósticos, contando con la asistencia de los Sargentos 1° Meteorólogos Ángelo Campos y Miguel Pulgar, ambos dotación del Centro Meteorológico Marítimo y con experiencia en el Territorio Chileno Antártico.
De igual manera los alumnos participaron activamente en la conferencia “Oceáno Austral”, por parte del historiador Francisco Sánchez, quien expuso a los estudiantes partes de las características geográficas y la historia de nuestro país en el Territorio Chileno Antártico, así como diferentes expediciones científicas que se han desarrolló durante los últimos 76 años, descubrimientos de nuevas especies y los desafíos en la comprensión de esta extenso territorio marino.
La presentación del libro “Meteorología Marina” se desarrolló frente a toda la comunidad de alumnos, profesores y directivos docentes en el gimnasio del establecimiento, contando con la presencia del Gerente General de Fundación “Mar de Chile”, Allan Youlton, el Subgerente de Producción de Blumar Seafood, Pablo Solís, y el investigador de GAIA de la Universidad de Magallanes Alfredo Soto.
En la ocasión la Fundación “Mar de Chile”, Allan Youlton, comentó que “estamos culminando un trabajo tremendamente importante, en el desarrollo de una herramienta que permita llegar a los jóvenes estudiantes para que puedan entender el comportamiento de la atmosfera”.
Alfredo Soto, miembro del centro GAIA Antártica de la Universidad de Magallanes y docente del Liceo “María Behety”, señaló que “estamos muy contentos de recibir esta importante donación para los estudiantes, además de recibir a la Banda Insignia de la Tercera Zona Naval, dándole una connotación especial con su participación, y generando gran interés con la muestra musical , de la cual estamos muy agradecidos”.
El Teniente Bertolotto comentó que “esta ha sido una actividad enmarcada en el desarrollo de la difusión de la ciencia meteorológica, la cual se vive en la Región de Magallanes y Antártica Chilena en forma distinta, considerando las condiciones extremas y la importancia de las diferentes actividades marítimas que se desarrollan”, afirmando que “encantar a los jóvenes con esta disciplina es fundamental, esperando que los libros entregados fomenten la curiosidad y la formación de futuros meteorológos”.
En la ocasión la comunidad educativa pudo disfrutar de una muestra estática de parte de la colección del Museo Naval y Marítimo de Punta Arenas, así como una muestra de bailes del conjunto “Esencias de mi Tierra”, además de una selección musical que asombró a los presentes por parte de la Banda Insignia de la Tercera Zona Naval.
La región constituye un gran foco de desigualdad ambiental, sin embargo, poco se sabe de esto en el resto del mundo, producto de las barreras del idioma y la falta de redes latinoamericanas relacionadas con el tema. Así lo descubrió Ignacio Fernández, académico de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), en su investigación “Desigualdades ambientales urbanas en América Latina: una revisión exploratoria”.
Latinoamérica es una de las regiones más urbanizadas a nivel mundial, con más del 80% de su población viviendo en áreas urbanas. No obstante, también tiene niveles de segregación muy altos, razón que llevó a Ignacio Fernández a indagar sobre las investigaciones realizadas en este tema.
Fernández es doctor en Sustentabilidad y lleva 10 años abordando temáticas relacionadas con la desigualdad ambiental, por lo mismo, considera que, siendo Sudamérica la región más urbanizada del mundo, no hay muchos estudios al respecto, generando un abismo de valiosa información para la toma de decisiones.
A raíz de esto, el académico, junto a Thomas Koplow Villavicencio y Claudia Montoya Tangarife, desarrollaron la investigación “Desigualdades ambientales urbanas en América Latina: una revisión exploratoria”, con el objetivo de saber si realmente se está estudiando este tema, desde cuándo, de qué forma y dónde se están publicando estas investigaciones para que la gente las conozca.
Desigualdades ambientales urbanas en América Latina
El objetivo del trabajo es comprender el estado de este tema en Latinoamérica y encontrar aquellos artículos relevantes que han pasado desapercibidos por la barrera del idioma y que, por ende, no son conocidos por científicos estadounidenses o europeos.
El estudio consideró la búsqueda de publicaciones realizadas en castellano, inglés y portugués, donde se encontraron más de 200 artículos que fueron analizados minuciosamente para integrarlos al listado final, que se compone de 57 elementos.
“Este estudio rescata del baúl investigaciones súper importantes que están publicadas en castellano en revistas locales, con poca llegada internacional pero que son súper potentes, logrando que ahora estén presentes en un artículo gratuito de una revista internacional en inglés, World Development Sustainability, por tanto, si alguien de Estados Unidos busca sobre desigualdades ambientales, le va a aparecer este y va a tener acceso al listado de todos los artículos descritos en la revisión”, menciona el investigador UAI.
Sesgo geográfico y factores de desigualdad
Dentro del estudio, Fernández comenta que la mayor cantidad de investigaciones del tema provenían de Brasil, México y Chile. En el caso de los primeros dos países, tiene que ver con que poseen las ciudades más pobladas y, en consecuencia, ello está relacionado al desarrollo investigativo en este tema. Sin embargo, el caso de Chile es distinto.
Nuestro país tiene una población más reducida, sin embargo, concentra un porcentaje importante de publicaciones. Ignacio Fernández menciona que tiene que ver con que en Chile las desigualdades son un tema hace mucho tiempo, y estas se han trasladado al tema ambiental, tanto desde la esfera política como desde el público general.
“Yo creo que el área verde, la vegetación y las cosas ambientales son temas importantes en Chile, la gente es consciente de cosas que están mucho más en cercanía, en cosas que interactúan con su cotidianidad inmediata”, afirma.
Por otro lado, según indican los resultados del estudio, el nivel socioeconómico es el que juega un mayor rol en las desigualdades ambientales urbanas de Latinoamérica, a diferencia de Estados Unidos, donde tiene que ver más con un tema racial.
“Es una forma cultural de ver la desigualdad, en Estados Unidos la desigualdad se ve en función de la raza, porque hay un tema racial donde los inmigrantes de origen afroamericano han sido quienes tienen menor acceso a oportunidades y, por tanto, son quienes están en los estratos socioeconómicos más bajos, en cambio, en Latinoamérica no hemos podido reconocer que también somos súper discriminadores en términos de razas, entonces nos sentimos más discriminadores en términos de ingreso económico”, puntualiza el investigador.
Falta de comunicación entre científicos de Latinoamérica
Actualmente, el académico Fernández se encuentra haciendo un análisis de 50 ciudades latinoamericanas para ver la distribución de coberturas de suelo, con el objetivo de distinguir la desigualdad ambiental a un nivel más objetivo.
“Eso es súper importante, porque una ciudad que tiene muy poca vegetación, es poco funcional en términos ecológicos y, por ende, la gente de ahí quizás va a vivir peor”, explica.
No obstante, menciona que uno de los principales problemas para avanzar en el desarrollo de la investigación en América Latina es la falta de comunicación entre científicos de diferentes países que trabajan en este tema, ya que no existen asociaciones internacionales importantes relacionadas con la ecología urbana.
“Somos personas independientes que trabajan agrupadas en ciertos países, pero falta mucha conexión y esa conexión es súper importante, porque va a permitir que estudiantes en universidades de toda Latinoamérica puedan desarrollar este tema y hacer tesis en sus propios países, reduciendo el sesgo que hay respecto a estas tres naciones con más estudios”, comenta.
Además, el investigador menciona que esto puede ayudar a reducir la impronta estadounidense, que aún predomina en la región, para desarrollar investigaciones considerando las particularidades de la desigualdad latinoamericana, que puede ser completamente diferente a las que ocurren en otros países.
“Hay muchas más cosas por investigar, desde los basurales, contaminación, animales vagos –que también son un problema ambiental– y otras que no necesariamente están vinculadas a las áreas verdes y que la gente no ve. Hay que hacer una red e invitar a personas de países sin investigación y que más gente se sume a esto, ya sean estudiantes, profesores o gente de otros sectores, porque es un tema súper relevante y que necesitamos que se hable desde todas las áreas”, finaliza Fernández.
Monitorizarán los cielos del sur para detectar los eventos cósmicos que producen ondas gravitacionales, como las fusiones de estrellas de neutrones y agujeros negros.
El conjunto BlackGEM, compuesto por tres nuevos telescopios ubicados en el Observatorio La Silla del ESO (Observatorio Europeo del Sur), ha comenzado a operar.
Estos telescopios monitorizarán los cielos del sur para detectar los eventos cósmicos que producen ondas gravitacionales, como las fusiones de estrellas de neutrones y agujeros negros.
Algunos eventos cataclísmicos que tienen lugar en el Universo, como la colisión de agujeros negros o estrellas de neutrones, crean ondas gravitacionales, ondulaciones en la estructura del tiempo y el espacio.
Observatorios como LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory, Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser) y el nterferómetro Virgo, están diseñados para detectar estas perturbaciones. Pero no pueden determinar su origen con mucha precisión ni ver el brillo fugaz que resulta de las colisiones entre estrellas de neutrones y agujeros negros. BlackGEM se dedica, utilizando luz visible, a escanear rápidamente grandes áreas del cielo para captar con precisión las fuentes de ondas gravitacionales, informa el ESO en un comunicado.
“Con BlackGEM pretendemos ampliar el estudio de estos eventos cósmicos empleando tanto las ondas gravitacionales como la luz visible”, afirma Paul Groot, de la Universidad de Radboud (Países Bajos), investigador principal del proyecto. “La combinación de ambas nos proporciona mucha más información sobre estos eventos que el estudio de una sola de ellas”.
Al detectar tanto las ondas gravitacionales como sus contrapartes visibles, la comunidad astronómica puede confirmar la naturaleza de las fuentes de ondas gravitacionales y determinar sus ubicaciones de forma precisa. El uso de luz visible también permite realizar observaciones detalladas de los procesos que ocurren en estas fusiones, como la formación de elementos pesados como el oro y el platino.
Hasta la fecha, sin embargo, solo se ha detectado una contraparte visible de una fuente de ondas gravitacionales. Además, ni siquiera los detectores de ondas gravitacionales más avanzados, como LIGO o Virgo, pueden identificar con precisión sus fuentes de origen. En el mejor de los casos, pueden reducir la ubicación de una fuente a un área de aproximadamente 400 lunas llenas en el cielo. Utilizando luz visible, BlackGEM escaneará eficientemente regiones tan grandes a una resolución lo suficientemente alta como para localizar, de manera sistemática, fuentes de ondas gravitacionales.
Los tres telescopios que componen BlackGEM fueron construidos por un consorcio de universidades: la Universidad de Radboud, la Escuela de Investigación de Astronomía de los Países Bajos y KU Leuven, en Bélgica. Los telescopios tienen cada uno 65 centímetros de diámetro y pueden estudiar diferentes áreas del cielo simultáneamente. La colaboración tiene como objetivo final expandir el conjunto a 15 telescopios, mejorando aún más su cobertura de escaneo. BlackGEM se encuentra ubicado en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile, lo que lo convierte en el primer conjunto de este tipo en el hemisferio sur.
“A pesar del modesto espejo primario de 65 centímetros, alcanzamos la misma profundidad que otros proyectos con espejos mucho más grandes, ya que aprovechamos al máximo las excelentes condiciones de observación en La Silla”, declara Groot.
Una vez que BlackGEM identifica con precisión una fuente de ondas gravitacionales, telescopios más grandes como el Very Large Telescope o el futuro Extremely Large Telescope, ambos de ESO, pueden llevar a cabo detalladas observaciones de seguimiento, que ayudarán a arrojar luz sobre algunos de los eventos más extremos del cosmos.
Además de su búsqueda de las contrapartes ópticas de las ondas gravitacionales, BlackGEM también realizará estudios del cielo del sur. Sus operaciones están totalmente automatizadas, lo que significa que la matriz puede encontrar y observar rápidamente eventos astronómicos “transitorios”, que aparecen repentinamente y se desvanecen rápidamente. Esto dará a la comunidad astronómica una visión más profunda de los fenómenos astronómicos de corta duración, como las supernovas, las enormes explosiones que marcan el final de la vida de una estrella masiva, según el ESO.
Un estudio desarrollado por investigadores de la U. de Chile advierte sobre el riesgo de este fenómeno y cómo el actual ciclo solar, que es en el cual nos encontramos actualmente, tiene las características para ser uno de mayor intensidad que el anterior.
Las tormentas geomagnéticas, también conocidas como geotormentas, son perturbaciones provocadas por la interacción entre el campo magnético de la Tierra y el plasma magnetizado lanzado por el Sol, que emite enormes cantidades de energía desde la magnetosfera hacia la Tierra. Este fenómeno es bastante común en el planeta y sus efectos pueden ser muy variables. Ellos van desde pequeñas alteraciones o interferencias en los dispositivos electrónicos hasta el colapso de redes eléctricas y de alto voltaje.
“Lo que ocurre con estos eventos climáticos espaciales es que inducen corrientes sobre la Tierra, y estas corrientes inducidas pueden sobrecargar el sistema eléctrico”, explica Rodrigo Moreno, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI). Sin embargo, pese a conocerse sus causas y efectos en el planeta, sigue siendo complejo predecir con exactitud su intensidad y cuándo ocurrirían.
PUBLICIDADPaula Reyes y Pablo Moya, investigadores del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, publicaron un artículo en la revista Space Weather que busca ayudar a disminuir esta incertidumbre, un estudio que analizó la relación entre los ciclos solares y la frecuencia de estas geotormentas. Los científicos analizaron las mediciones hechas por el “índice DST de Kioto” (o DST, que es un indicador que permite clasificar la intensidad de una tormenta geomagnética), tomando datos recopilados por sus instrumentos en un período de 62 años. Así pudieron identificar ciertos patrones que pueden ser usados para estimar si un determinado ciclo solar tendrá más chances de desarrollar una geotormenta de gran intensidad.
LA TERCERA TV / Hermanos de Chiloé llegaron a EE.UU. para presentar un innovador proyecto contra la deforestaciónVicente y Renato de Naour, de 16 y 14 años, ganaron el concurso de Talento Digital Escolar Los Creadores 2022, con un módulo que permite cultivar 600 semillas en medio metro cúbico.
“El índice DST siempre es negativo, porque por un asunto técnico siempre va a ser negativo. Se mide en Nanotesla, que es la una en mil millonésimas de una Tesla, unidad con la que se mide los campos magnéticos. Si va entre cero o hasta -50 en unidades de Nanotesla se dice que estamos en tiempos normales, pero si baja de -50 y se hace más negativo ya se puede hablar de tormenta”, explica Moya, quien también ha trabajado en la Nasa.
El estudio de estos datos permitió reconocer queel ciclo solar 25, que es en el cual nos encontramos actualmente, tiene las características para ser uno de mayor intensidad que el ciclo anterior. Para Reyes, esto podría significar que muchos dispositivos electrónicos estarían expuestos a interferencias, malfuncionamiento o incluso su completa inutilización, dependiendo de los indicadores de DST que se registren.
“Afectaría principalmente a los países que estén más cerca de los polos, Tomando en consideración otros eventos que ya han habido históricamente. El evento que se produjo en el año 89′ generó apagones y cortes de corriente en Canadá, donde se produjeron apagones de unas nueve horas en que no hubo electricidad”, señala Reyes.
¿Qué tan preparado está Chile ante una geotormenta?
Moreno destaca que uno de los principales perjudicados por este tipo de tormentas son los sistemas eléctricos. Sin embargo, el académico especialista en seguridad de redes eléctricas, dice que existen medidas para enfrentar estos problemas. “Por ejemplo, equipos que se pueden instalar en las redes capaces de minimizar las corrientes inducidas geomagnéticamente, las que justamente son las causantes de daños en la red en caso de una geotormenta. Aun así, aclara que estas no son totalmente infalibles, lo que abre el debate sobre nuestra capacidad de resiliencia energética”.
Pero dice que en Chile no hay inversión en este campo. “Chile no tiene este tipo de equipos y su implementación tiene asociado un costo. Si son costosas o no, eso debiera responderse en base a un estudio que contraste los costos y los beneficios”, afirma.
“Este fenómeno abre el debate, una vez más, de qué tan resiliente es el sistema. La resiliencia es un concepto más moderno y mucho más amplio que la seguridad de suministro y la confiabilidad del suministro, que es lo que típicamente se procura garantizar. Porque la resiliencia no solamente tiene que ver con la robustez inicial de la red, sino que también con la habilidad que tiene esta red para recuperarse de forma ágil”, adiciona Moreno, investigador del ISCI.
Pero no es solo a través de nuestros sistemas eléctricos que veríamos consecuencias. Gran parte de los dispositivos tecnológicos que usamos obtienen y envían información y datos a través de satélites que orbitan nuestro planeta, los que se pueden ver seriamente afectados por una geotormenta. Así lo advierte Marcos Díaz Quezada, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas encargado del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria de la Universidad de Chile (SPEL), un grupo de investigación que actualmente tiene en órbita a los satélites SUCHAI, SUCHAI2, SUCHAI3 y PlantSat.
Díaz destaca que el mayor problema de una geotormenta es lo impredecible que estas son en relación al nivel de daño que podrían generar en los satélites. “Si llega una partícula o demasiada energía en una onda electromagnética, lo que tiende a pasar es que cambia el estado de algún bit en el procesador o en la memoria, y eso puede hacer que nosotros nos equivoquemos (…) Pero si llega en un lugar de la memoria donde hay información que es crítica para el funcionamiento del satélite o la operación de algún instrumento, puede que perdamos toda la misión”, reconoce el académico.
Dentro de las potenciales perdidas, uno de los sistemas que más preocupa es el Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés). Así lo destaca Díaz, quien también advierte que dependemos principalmente de los satélites de otros países, lo que nos deja sin un respaldo en caso de un fallo global. “Los GPS son más difíciles y más lentos de manufacturar, por lo tanto, llegar a la red de 26 o 27 satélites que usualmente orbitan la Tierra puede tomar varios años, si es que no décadas, en restablecer completamente el GPS”, afirma.
Su director, Ricardo Rozzi, sostiene que la “biocultura” recupera la integración entre áreas del conocimiento “que son esenciales para resolver las causas últimas del cambio climático”. A la actividad de este lunes asistirán la ministra de Obras Públicas y el ministro de Educación, Jéssica López y Marco Antonio Ávila; el gobernador Jorge Flies y el delegado presidencial José Ruiz junto a autoridades universitarias, regionales, académicos, científicos y representantes de diversos países. Será también estreno oficial del edificio que ocupa, diseñado ad honorem por una de las oficinas de arquitectos más prestigiosas del mundo.
Un “centro biocultural” internacional que se propone recuperar la integración entre la tecnología, la ciencia y la filosofía, separadas por décadas de distanciamiento, será inaugurado esteo lunes 15 de mayo en Puerto Williams, a orillas del Canal de Beagle.
A la actividad han comprometido su asistencia la ministra de Obras Públicas, Jéssica López y el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila; autoridades universitarias, regionales, académicos, científicos y representantes de diversos países.
Se trata del Centro Internacional Cabo de Hornos para el Estudio del Cambio Global y Conservación Biocultural. (En inglés Cape Horn International Center for Global Change Studies and Biocultural Conservation, por lo que también se usa para nombrarlo la abreviatura CHIC).
Científico Ricardo Rozzi.
Recuperar la integración
Su director, Ricardo Rozzi, doctor en Ecología y magíster en Filosofía por la Universidad de Connecticut, Estados Unidos, profesor titular de la Universidad de Magallanes y de la Universidad de North Texas, sostiene que “la tecnología y la ciencia se separaron de la filosofía y se centraron en lo cuantitativo y la lógica”.
“Nos quedamos entonces sin palabras para hablar de aquello que no es ni lógico ni cuantitativo. La biocultura recupera la integración entre áreas del conocimiento que son esenciales para resolver las causas últimas del cambio climático”, afirma.
En relación a esto señala que el centro próximo a inaugurarse “no solo se preocupa del cambio climático y el impacto sobre la biodiversidad sino también de cómo son percibidos por parte de la sociedad”.
Señala que esto lo diferencia de otras instituciones, “que no se hacen esta pregunta epistemológica, metafísica, ontológica. Nosotros nos preguntamos cómo incluir una pluralidad de saberes, pluralidad de valores y nos planteamos por qué la sociedad se comporta del modo en que lo hace, desde el punto de vista de la educación y la ética”.
Asegura que esto lo convierte en un “centro biocultural” que constituye “una novedad a nivel mundial”.
El gobernador de Magallanes, Jorge Flies, ha dicho: “El nuevo centro vincula la investigación científica con las necesidades del territorio, especialmente en el ámbito de la educación desde el nivel inicial y escolar, la conservación marino-terrestre y el monitoreo de marea roja con nuevas metodologías de análisis”.
Arquitectura internacional
La inauguración del 15 de mayo contempla también el estreno oficial del edificio donde funcionará el Centro Cabo de Hornos, cuya arquitectura tiene connotación internacional. Fue diseñado por los mismos arquitectos del Acuario de Beijing, la Biblioteca Presidencial Bill Clinton de Arkansas y los planetarios de Shangai y del Museo de Historia Natural de Nueva York, entre muchas otras obras.
Ellos forman parte del estudio “Ennead” de esta última ciudad, reconocido a nivel internacional por su desarrollo de proyectos ligados a la cultura y la educación.
Su vinculación con el Centro Cabo de Hornos data de hace 23 años, cuando Ricardo Rozzi imaginaba el proyecto que hoy es realidad.
En esa época se conocieron con el director de “Ennead”, Kevin McClurkan, quien se entusiasmó con la idea y junto a su equipo se puso a trabajar en ella. En la modalidad “pro bono”, es decir, ad honorem, sin percibir remuneración.
La obra está inspirada en la realidad austral, dice Rozzi: “el territorio y el ‘maritorio’ de este extremo sur del continente americano, se navegan. Han sido navegados por los pueblos ancestrales en canoas de corteza. Hoy son navegados por la Armada de Chile, por los cruceros. La vocación es de navegar más que de instalarse en tierra y abrir carreteras”.
Esta visión, comenta, “coincide con la filosofía, que a decir de algunos ‘es un barco a la deriva, que busca su rumbo’”.
Esta idea se introdujo en el proyecto y se tradujo en la representación de tres proas, “de tres embarcaciones que emergen desde la tierra. Entonces, no son agresivas con el paisaje y aunque se trata de tres pisos, no sobresalen mayormente desde la ciudad de Puerto Williams. Pero tienen esta mirada hacia la cordillera Darwin, hacia el esplendor de la cumbre austral de América”.
Una de las proas, detalla Rozzi, está dedicada a la educación, desde el preescolar hasta lo universitario, con un énfasis y un foco especial en la educación técnica, para el turismo de intereses especiales, con menciones para guardaparques, guías de turismo, gastronomía subantártica y otras especialidades que se vinculan a las singularidades de la diversidad biológica y cultural del extremo sur.
Otra de las proas está destinada a un anfiteatro, con capacidad para unas 200 personas.
El tercer área está reservado a la investigación, orientada hacia tres ámbitos, “centinelas del cambio climático”, “centinelas de la homogeneización (referida a la pérdida de identidad y diversidad por la uniformidad de la enseñanza)”, y conservación biocultural”.
Al son de violines
El CHIC es un consorcio de varios centros de investigación y universidades. Encabezadas estas últimas por la Universidad de Magallanes, la Universidad de Chile, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Texas. A ellas se suman, la Universidad de Talca, la Universidad Central, la Universidad Católica de Temuco y la Universidad de Los Lagos.
Es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, Anid, del Estado de Chile, a través de un fondo basal destinado a centros de excelencia científica.
En el acto inaugural del lunes 15 de mayo está contemplado que hagan uso de la palabra la ministra López; el gobernador de Magallanes y Antártica Chilena, Jorge Flies, el alcalde de Puerto Williams, Patricio Fernández; el rector de la Universidad de Magallanes, José Maripani y el director del Centro Internacional Cabo de Hornos, Ricardo Rozzi.
En la ocasión actuará el terceto de violines del Liceo Donald MacIntyre de Puerto Williams.
De Tamaulipas a Puchuncaví
En el marco de la misma actividad, el 15 de mayo, se realizará la primera de una serie de diez conferencias anuales que tendrán lugar en el nuevo centro.
La sesión de apertura se abocará, expresa Rozzi, “a un análisis de cuán esquizofrénica es la educación formal en Latinoamérica”.
Para explicar el concepto pone de ejemplo lo que ocurre en la zona de Cuenca, Ecuador, en cuya escuela, subraya, “solo se enseña el idioma español, castellano, se enseña la historia de la nación-Estado del país y en los ejemplos de la flora local se alude a las rosas, que son muy exportadas en la actualidad desde allí. Pero no se enseñan ni el quechua ni el aymara que hablan las madres de los niños que van a buscarlos a la escuela”.
Tampoco, continúa Rozzi, “se menciona al floripondio, que es un árbol autóctono del lugar que tiene múltiples significados rituales y que crece en las cercanías del colegio. Ni se incluye la historia de las comunidades quechua y aymara”.
Considera “esquizofrenia” que se enseñe en la escuela “algo que está disociado del entorno, de la vida familiar de los educandos. Entonces, estos niños y niñas son homogeneizados en sus mentes porque producen lo mismo si están en Cuenca, en Guayaquil, o en Quito, o en Santiago de Chile o en Ciudad de México”.
Con esta perspectiva se conocerán también casos como el de Tamaulipas, al norte de México, donde está la reserva biológica El Cielo. Rozzi explica que allí se vive una situación de extrema violencia ligada al crimen organizado. Y por otro lado, señala, “hay comunidades rurales con conocimientos ancestrales de plantas, de aves, que emocionan en la forma cotidiana del cohabitar la naturaleza”.
Desde México viene a exponer el tema una delegación encabezada por la doctora Frida Caballero, que ha sido vicerrectora de Investigación de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Desde Sao Paulo viene un representante de la principal universidad de esa ciudad, a presentar una comparación de la percepción de la naturaleza que se da en esa gran urbe y en las islas cercanas.
Por parte de Chile, se presentará la situación en la zona de conflicto ambiental de Puchuncaví y la que existe en la vecina reserva de la biosfera de La Campana.
Asimismo, relata el académico, se revisará el panorama en zonas de alta concentración urbana de La Araucanía, como la ciudad de Temuco, y comunidades pehuenches de la misma región. Así como también se examinarán estudios realizados sobre la materia en Magallanes y Antártica Chilena.
A cargo de la exposición referente a Chile estará la antropóloga y doctora en Ciencias de la Educación, Andrea Valdivia.
Rozzi anuncia que en la primera conferencia también se examinarán metodologías que contribuirían a acercar la diversidad biológica y cultural de los entornos regionales a los contenidos y enseñanzas en la educación formal.
En los días previos a la inauguración se ha desarrollado una serie de actividades preparatorias. Entre ellas, Taller Internacional de Reservas de la Biosfera; taller para comparar la situación en términos medioambientales de México, Brasil y Chile; visita a la reserva de la biosfera Torres del Paine; navegación de Punta Arenas a Puerto Williams a través de la reserva de la biosfera Cabo de Hornos, y taller de “aviturismo (turismo de observación de aves y sus hábitats)”, para guías de turismo locales y regionales, en el Parque Etnobotánico Omora, al norte de la isla Navarino, en la ribera del canal de Beagle.