por Hugo Gutiérrez Tarifeño – Tarik
Acumulamos neuronas y no brazos, acumulamos papel, pero no piernas, acumulamos ego y no generamos propuestas que sean útiles, ¿saben por qué? porque estamos cómodos y la comodidad te convierte en un vegetal, la falta de creatividad nos hace generar negocios fáciles, publicamos ordinarieces y estupideces, los estudiantes no tienen respeto ni objetivos para sus estudios, solo van a cumplir como muchos de los profesores que no tiene mística para promover el desarrollo sostenible, se reclama por nada y por todo, hoy el compromiso es con uno mismo y los demás no importan, así muchos se creen “rebeldes”.
Pero al final solos frente al espejo tenemos miedo, porque el miedo nos tiene así, miedo a salir del encierro mental y principalmente romper nuestros propios paradigmas, puede parecer solo filosofía pero es política también, no esa de los partidos instruyendo ordenes o haciendo que las personas hagan cosas contra sus principios por un poco de dinero(el dios del siglo XXI).
Tenemos cero por ciento de confianza en nuestra familia, en nuestros compañeros de trabajo, en nuestros amigos y conocidos, nos vemos como competidores y no como colaboradores.
La felicidad esta en romper los esquemas mentales para poder sembrar, sembrar sabiduría más que inteligencia, cordura más que descontrol, buscando nuevos sueños asumiendo que debemos tener claro cuales son los costos en tiempo.
Lo más importante es andar el camino y dar la pelea, es conocer a personas, es compartir un dialogo o un debate, a eso llamamos actitud, hoy más que nunca en este escenario nunca antes visto necesitamos acordar entre todos un Nuevo Acuerdo Social.
En este nuevo acuerdo debemos proteger la confianza y debemos volver a querernos, debemos volver a confiar en el otro y competir no por el ser el numero uno sino por ser el mejor ser humano.
Conocer a quien está a nuestro lado, y dar nuestra confianza a quien lo merece, no al que te dice a todo que sí, sino al que te dice que no a veces porque sabe que es lo mejor para ti.
Colaborar con desconocidos y compartir experiencias trae beneficios sociales y particulares, aprender de otros y que otros aprendan de ti, no sólo éxitos sino también y más importante los fracasos.
Chile merece una Nueva Actitud, un Nuevo Acuerdo Social, nuestro hij@s y niet@s merecen que salgamos de nuestra comodidad vegetativa, individualista y con convirtamos en protagonistas de la historia y no sólo actores de reparto, tenemos la responsabilidad de construir una nueva sociedad distinta, más equitativa y más justa una que nos represente a todos, que nos llene y que nos haga sentir parte de este proceso que estamos viviendo.