Una “galaxia monstruosa” fue detectada desde Chile por un equipo de astrónomos, que elaboró el atlas anatómico más detallado a la fecha de esta formación situada a 12.400 millones de años luz, gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).
Los investigadores revelaron que las nubes moleculares de la galaxia son sumamente inestables y, por lo tanto, fabrican estrellas a un ritmo desenfrenado, determinando preliminarmente que las galaxias monstruosas son las antecesoras de las enormes galaxias elípticas de hoy, con lo cual el hallazgo ayuda a entender la formación y evolución de estas galaxias.