Cada cierto tiempo nuestro conocimiento, experiencia y también nuestras esperanzas son puestas a prueba por preguntas profundas y con sentido.
Dentro del grupo de participación ciudadana en la gestión institucional de CEPAL-ILPES nos han hecho una de esas preguntas que en la construcción de la respuesta tengamos que examinar nuestro entorno y nuestra cotidianidad, ¿Cómo cree usted que los usuarios, beneficiarios y clientes de los bienes y servicios que entrega una institución pública podrían participar de la gestión institucional?.
Son tantos los factores que confluyen en esta respuesta y con litros de tinta se han escrito innumerables hipótesis respecto de como gestionar de forma adecuada y correcta la participación ciudadana en las decisiones vinculantes de los gobiernos, que nos lleva ineludiblemente a una reflexión necesaria sobre nuestro impacto en la comunidad y el territorio donde habitamos, y aún más dentro en nuestra cultura, nuestra familia y nuestros propios elementos humanos.
Más que una respuesta es una invitación a pensar que a través de la voluntad expresa de los estados para transferir el co-diseño y co-implementación a un conjunto de personas de todos los sectores y que representen a la mayor cantidad de actores, debatiendo, acordando y planificando políticas públicas con los temas de fondo, podremos solucionar los requerimientos ciudadanos de forma colaborativa.
La prioridad sin duda es la lucha contra la corrupción que es el cáncer de nuestras sociedades y que genera hoy y para siempre una falla en la distribución de recursos, decisiones, impidiendo acuerdos y promoviendo conflictos, pero este no es el el único punto crítico si queremos mejorar e integrar a toda la sociedad en un debate y acuerdos sobre el presente y futuro.
La promesa de igualdad que es una falacia(ya que ningún ser humano es ni debe ser igual a otro), reduciendo la posibilidad de sostener nuestra cultura y sociedad el negar la evidentes y científicamente probadas diferencias entre seres humanos, esto nos deja una gran base de debate acerca de como se debe apalancar la democracia y la libertad de las personas, en equilibrio entre lo físico y lo psicológico.
Mejorar y generar participación ciudadana es más que una idea o una misión, es la visión acerca de como podemos entender los procesos sociales, desde dentro de cada comunidad, desde dentro de cada territorio y desde dentro de nuestra propia cultura y familia.
Un punto relevante es la gran deuda de los estados y los organismo internacionales multilaterales, que no han llegado con el lenguaje correcto o la promoción adecuada para que los ciudadanos se identifiquen con alguna responsabilidad o deber y no sólo se entiendan los derechos que tenemos todos.
Finalmente lo principal es llevar a una reflexión sin autocomplacencia o autoflagelación para descubrir que nos hace humanos, que nos hace buscar el equilibrio, que nos mantiene juntos y que nos lleva a trascender y a dejar una huella en algún lado del planeta que sirva de camino para los que vienen a nuestro lado y los que vendrán a futuro.