Respecto del estallido del conflicto social en Chile
Hugo Gutiérrez Tarifeño
Fundador Innovaciente
Fundador Independientes-Piensa Diferente
Consejero Gobierno Abierto y Políticas Públicas Fundación 4ta Ruta
Hoy Tenemos un conflicto desatado la segunda semana de octubre por el alza del pasaje del transporte público, esto fue la gota que derramó el vaso que ya estaba repleto de corrupción, robos, impunidad y finalmente una desigualdad que no fue tratada adecuadamente y que se depositó como rabia y frustración en los corazones de millones de chilenos que viven a diario aislados, abandonados, no escuchados y finalmente desoídos en las decisiones sobre lo que Chile fue, es y será , sobre todo alimentando un sentimiento de aburrimiento que ya se veía venir hace una década.
Estamos a tiempo para hacer una reflexión y junto con ella generar acciones concretas de corto, mediano y largo plazo que nos permitan terminar con la violencia de parte del estado y de parte de algunos ciudadanos que se ha normalizado en los últimos años (con niñ@s muertos por balas locas, comunas completas tomadas por el narco, con policías absolutamente sobrepasadas y con gobiernos que no han dado respuestas a peticiones mínimas estirando el elástico hasta hoy) y que en los últimos días hemos visto y sentido en muchas regiones de Chile con mayor fuerza.
En lo Público y nuestro Trabajo
Un proyecto de Estado no puede ni debe estar ausente de la discusión en los distintos servicios públicos y más cuando se presenta la posibilidad histórica de Modernizar e Innovar dentro de este ámbito.
Hoy la urgencia de generar contenidos y herramientas que permitan a los ciudadanos conectarse de tal modo de llegar al Compromiso y la Voluntad de Mejora continua para y por el país es un Objetivo principal de esta gestión en particular.
En los servicios públicos debemos ser capaces de levantar la bandera de la Apertura Estatal para un avance en términos de estructura, gestión, administración y operación y este a su vez entregue las herramientas a los ciudadanos respecto de cómo acceder y mejorar su acceso a los distintos servicios que componen el Estado.
Una de las luchas que debemos enfrentar a diario es cómo funcionan nuestros lugares de atención y la forma de poder dilucidar como podemos Innovar para mejorar, no sólo en nuestro entorno cercano, sino que mirando a nuestros usuarios.
La primera y principal tarea es unir criterios y acordar en conjunto entre administración (autoridades y jefes), operación (trabajadores públicos) y con los resguardos de las asociaciones de funcionarios la defensa y mejora de las condiciones de los trabajadores, del ambiente laboral en el que nos desenvolvemos a diario donde pasamos 9 horas de nuestro día en las distintas labores que nos convocan, lo que impacta finalmente en la forma en como nos relacionamos con este entorno y nuestra propia realidad, con las personas que llegan a buscar un trato digno, justicia y soluciones a nuestros centros y en los cuales finalmente terminamos conteniendo toda la emocionalidad ante las situaciones que cada persona trae consigo a cuestas al traspasar las puertas de nuestros lugares de trabajo y luego de nuestra jornada de trabajo como llegamos a relacionarnos a nuestros hogares y con nuestros amigos y conocidos.
Hay que decir que aquí existe un apartado especial respecto al trabajador y como se ve afectado por su medio de trabajo y como persona, Chile es un país dominado por un modelo Neo-liberal, postmoderno y laico formando una relación simbiótica social que se ha mantenido por siglos y cuyo desequilibrio se mantuvo estático producto de nuestro origen militar aristócrata y la falta de educación de los que componíamos el inquilinaje o masa de trabajadores.
Chile ha visto el aumento de ese desequilibrio producto del uso del Estado para desde una supremacía Partidista vía Constitucional o Inconstitucional en los últimos 50 años aplastar los derechos de las personas y los trabajadores que habitan este país y aumentar los beneficios personales e intereses partidistas de los que estuvieran, están y estarán en el poder.
El Desafío
Todo el empuje que tenemos como trabajadores del Estado lo debemos encauzar en la generación de mejoras permanentes y sin prejuicios, en definitiva, respondiendo en nuestro día a día las preguntas que obvias en su origen no son obvias en su respuesta ni en el cómo de su aplicación, ¿por qué trabajamos y vivimos generando distintas acciones y que nos hace decidir sobre ellas? y la más importante ¿para quién generamos esas acciones concretas y que nos hace elegir a quienes van dirigidas nuestra acciones?, solo el pensar en estas preguntas genera una construcción que mirada desde el multilateralismo y el pluralismo los trabajadores del Estado que producimos capital intangible y acciones tangibles respecto de nuestra misión, visión y objetivos estratégicos, finalmente refrendado la mejora y reconstrucción del capital social.
El acceso al servicio público genera la búsqueda constante de entregar a quienes requieren cubrir sus necesidades, pretensiones o intereses y que luego de analizar su situación deciden por asistir a las instituciones públicas, en esta generación de realidad axiológica es que es prioridad colaborar, participar y transparentar desde la administración de estos servicios públicos, coordinando la gestión adecuada en su relación con la ciudadanía como parte de un proceso en el que tod@s debemos abordar las diferencias y genere alternativas de solución para cada caso, donde las partes involucradas en la solución pueden ser estatales o privadas.
Nuestro Ethos debería ser abrir el Estado para todos quienes lo requieran, garantizando que el trabajo se realizado de la mejor forma posible y en las mejores condiciones laborales posibles y que en base a un proceso constante de análisis y adaptación seamos capaces de articular los cambios que nos permitan cumplir con el mandato constitucional y legal que nos construyó y de igual forma transformarnos en un estado que permita aunar esfuerzos en torno a una gestión y administración más eficiente de los recursos con los que contamos y generando las mejoras respecto de estos para poder abarcar cada día a más ciudadanos y habitantes del país que nos necesitan y nos ven como su única salida a los conflictos en los que se encuentran.
Conclusión
Estamos viviendo una carrera donde los cambios van a velocidades inusitadas en una carretera que tiene desvíos sin señales y que tiene límites de velocidad que van dejando a muchos atrás y produciendo un desequilibrio incluso en lo universal.
El Individualismo producto de una desigualdad nunca vista ha generado que la ética y la justicia que son valores asociados a una lógica comunitaria vayan generando una fragmentación en la forma y el fondo de cómo nos relacionamos en nuestra sociedad bajo un modelo neo-liberal y una cultura judeocristiana occidental que premia o castiga depende del punto de vista que se mira y no desde lo que debería ser.
Los trabajadores públicos fuimos, somos y seremos actores principales de esta vorágine y los cambios que estamos presenciando y que en conjunto con el mundo privado construimos un país que podría ir de menos a más.
Romper con los paradigmas anacrónicos y apernados en las murallas del capitalismo monopólico implica realizar un esfuerzo que a muchos no les interesa generar y cuando hablamos de políticas públicas incluso caemos en el abandono de la responsabilidad por asumir esos cambios actuales y proyectar los cambios que viene de la mano de tecnología, la ciencia y la industria donde se analiza solo desde lo cuantitativo dejando de lado lo cualitativo.
Aquí es donde los servicios públicos tienen un valor, incluso meta político, es decir, por sobre lo estrictamente político, donde a nuestros centros de atención llegan ciudadanos y habitantes del país que nos ven como su única y última esperanza de lograr ser escuchados, de tener un hombro donde llorar, brazos amigos que reconfortan ante la injusticia o el abuso y palabras de aliento para proseguir con una vida que no siempre es justa para luego volcar cada caso a nuestros colegas que de una u otra forma se transforman en superhéroes.
El trabajo que realizan los diferentes servicios públicos, que la autoridad, de forma permanente y sistemática reduce e invisibiliza solo mostrando y recabando números para verificar y controlar con preguntas como ¿Cuál es la cantidad de ingresos de procesos a un sistema?, ¿cuántas de esos procesos son solucionados en tiempo y forma? cambiado junto con nuestra sociedad.
Nuestras instituciones deben ser innovadas, deben ser mejoradas desde las políticas públicas, deben ser reconocidas, deben tener recursos asignados para mejorar y no solo mantenerlas.
Lo anterior que hoy no se piensa, no se hace y no se práctica desde las autoridades ha generado una brecha que se traduce en que no nos hemos hecho cargo de los cambios sociales y culturales de nuestro país.
Los trabajadores públicos junto a los ciudadanos debemos co-construir, co-diseñar y como co-responsables de buscar mejoras y soluciones, somos protagonistas y actores principales tod@s junt@s, en base a la asistencia de esas personas a los distintos servicios públicos y al profesionalismo de los trabajadores de todos los estamentos hemos logrado aportar en al menos entregar a cada persona que cruza las puertas de nuestros centros la ayuda, orientación y apoyo desde lo social, psicológico y jurídico en la más noble de sus entregas, por amor al prójimo, por amor a la tierra que nos sostiene y por la convicción que nuestro trabajo y las personas a las cuales atendemos merecen todos los esfuerzos nuestros y de nuestras familias que ante las precariedades que muchas veces son parte de nuestra realidad laboral nos apoyan día a día para seguir en esta misión.