Cerro La Silla (Chile) – A lo largo de los últimos 50 años, el observatorio de La Silla, situado en el norte de Chile, ha recorrido los confines del universo para revelar detalles tanto del cosmos como de la humanidad, un viaje hacia el pasado que ha expandido la visión y compresión de la realidad.
Los astrónomos siempre dicen que mirar el cielo es viajar al pasado, ver con un desfase de multitud de años la luz que les llegó a las estrellas, y en este enclave situado a 2.400 metros por encima del nivel mar, en la norteña región de Coquimbo, investigadores de más de quince nacionalidades exploran el cielo a través de una de las “ventanas” más lúcidas del planeta.
Tanto es así que Chile prevé reunir en los próximos años el 70 % de la capacidad astronómica óptica e infrarroja mundial, gracias a la construcción de tres telescopios de última generación en el norte del país, entre ellos uno de 39 metros de diámetro que se llevará el galardón de ser el más grande del mundo.