El descubrimiento que podría remecer las bases de la biología apareció este martes en la revista científica Theoretical Ecology.
No fue un ecólogo, no fue un químico, no fue un biólogo, fue un astrofísico experto en simulaciones de choques de agujeros negros y fusiones de galaxias quien logró establecer una nueva teoría a la denominada Ley del Fuego de la vida.
La norma, también conocida como Ley de Kleiber, data de 1932, cuando el suizo Max Kleiber logró, a través de una ecuación matemática, calcular el metabolismo básico que necesita un ser vivo para existir, es decir, el gasto de calorías mínimo de un ser para vivir.