Tecnología de punta que integran las naves chilenas permite a científicos llegar a los confines del mundo.
El futuro de Chile no se juega en tierra firme, sino en el inmenso mar de nuestras costas. Esa es la convicción que motiva a los científicos que día a día trabajan en conservar e investigar este verdadero patrimonio junto al apoyo de los buques de la Armada de Chile.